Hablamos de entidades, pero en realidad, hablamos de personas que se sienten comprometidas con ayudar a las familias de personas refugiadas afganas que están en nuestra red. A lo largo de este tiempo hemos contactado con instituciones oficiales, pero también con el tejido asociativo y empresarial. Hemos descubierto que las personas que nos movilizamos por causas justas somos muchas y juntas podemos hacer que el mundo cambie. Hay quien aporta su tiempo y quien prefiere hacer una donación: nosotras nos ocupamos de interconectar servicios con necesidades y dar salida a esas ganas de muchas empresas de ser socialmente responsables.
A todas las personas que han atendido cuando llamamos a su puerta, GRACIAS.
